Etiquetado Frontal de Alimentos

El etiquetado frontal de los alimentos (en adelante EFA) es una información que se presenta de manera gráfica en la cara frontal de los productos con el objetivo de garantizar una información veraz, simple y clara al consumidor respecto del contenido nutricional de los alimentos y bebidas no alcohólicas, con el fin de mejorar la toma de decisiones en relación al consumo y la hora de comprar un alimento. Esta información complementa la información nutricional y de ingredientes que ya poseen los envases. 

Facilitar la evaluación de la calidad nutricional de un alimento específico en cuanto a su composición de nutrientes críticos (azúcar, sodio y grasas saturadas) es una herramienta más para la prevención del sobrepeso y la obesidad, y de otras enfermedades relacionadas con una alimentación inadecuada, como la diabetes, la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades cerebrovasculares, la enfermedad renal crónica, entre otras. 

Otro objetivo muy importante del EFA es facilitar y promover el diseño e implementación de otras políticas públicas sobre alimentación saludable, por ejemplo: 1) seleccionar los alimentos que puedan ofrecerse en las escuelas para reducir los entornos obesogénicos; 2) proveer estándares y puntos de corte para la regulación de la publicidad, promoción y patrocinio de alimentos y 3) alentar a la industria agroalimenticia a la reformulación de productos para hacerlos más saludables, entre otros. En este sentido, los países que han implementado sistema de etiquetado frontal han impulsado la reformulación de alimentos y los resultados son alentadores.


En nuestra región, México (GDA - 2015), Ecuador (Semáforo - 2014), Chile (Advertencias - 2016), Bolivia (Semáforo - 2016), República Dominicana y Perú (Advertencia - 2017) y Uruguay (Advertencia - 2018), han sancionado normativa de etiquetado frontal de carácter obligatorio, por lo que la región de Latinoamérica es la más avanzada en el mundo en materia regulatoria de EFA. A nivel global contamos con múltiples experiencias de EFA pero mayormente de carácter voluntario, como son los casos de Estados Unidos, Australia, Canadá, Reino Unido, Unión Europea, etc..


Como podemos apreciar el liderazgo de América en materia de EFA obligatorio en el mundo, se ve reflejado por el hecho de que en varios países está implementado y en otros se está discutiendo en sus parlamentos proyectos de ley como en el caso de Argentina, Brasil, entre otros y recientemente se han efectuado consultas públicas en Canadá y Brasil.


En Argentina aún no existe un sistema de EFA establecido por ley que informe a consumidores y consumidoras acerca de altos contenidos de nutrientes críticos (azúcares, grasas saturadas y sodio) y ni tampoco es obligatoria la declaración de azúcares en los productos procesados y envasados.

El Estado Argentino debería avanzar con la implementación del etiquetado frontal de advertencias en los envases de alimentos y bebidas, señala un su posicionamiento (https://www.ficargentina.org/wp-content/uploads/2019/02/1902_etiquetado_coalicion.pdf) emitido por la Coalición Nacional para Prevenir la Obesidad en Niños, Niñas y Adolescentes, de la que la autora del presente forma parte, representado al Centro de Medicina Familiar y Comunitaria San Pantaleón. El documento señala que frente a la epidemia de sobrepeso y obesidad que atraviesa la Argentina, afectando especialmente a los sectores más vulnerables, el Estado debería implementar un paquete de políticas públicas destinadas a disminuir el consumo de productos ultraprocesados (con alto contenido de azúcares, sal y/o grasas saturadas) y a mejorar los hábitos alimentarios.


El etiquetado frontal de advertencias es una de las medidas que conforman ese paquete de políticas de salud que el Estado Argentino debería promover e implementar. Dicho sistema, que ya ha sido implementado en Chile y Perú, y próximamente en Uruguay. El etiquetado frontal de advertencias (más conocido como el modelo chileno) es el más efectivo según la evidencia científica dado que favorece decisiones de consumo informadas y más saludables e incentiva a la industria alimentaria a reformular sus productos para cumplir con los estándares recomendados.


La estrategia de EFA junto a la promoción de entornos escolares saludables, a la búsqueda de mejoramiento de los planes alimentarios y a las campañas de sensibilización de la sociedad sobre el problema de sobrepeso y obesidad, son  estrategias intersectoriales imprescindibles para al menos comenzar a cambiar la pendiente de la epidemia de sobrepeso y obesidad en nuestro país, que afectan principalmente a niños y adultos de niveles socieconómicos más bajos, por la mala calidad nutricional de sus alimentos, situación que se agrava aún más en un contexto de crisis socio-económica como la actual. 

Nanci Giraudo

MN 97061

 

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